a falta de gravedad
podríamos hablar de casi cualquier cosa
mecernos en la velocidad
de los vientos que cesan
los mares que se ahogan
abrir los brazos al sol
que ha muerto
sólo para dar paso a otro sol
y recordar nuestros momentos
que fueron sólo tres
o cuatro si no me descuento
o bien podríamos reconocerlo
darnos un sí en lugar de un quizá
y un beso en los labios en lugar
de un abrazo discreto.
desde este estado intermedio
podríamos hacer que fuera posible
crear un futuro cálido
veranos llenos de caos
febreros eléctricos
otoños de divertida nostalgia
y sacar de las cajas los poemas escritos
para no ser leídos ni escuchados
y compartir la mágica
calidad de los momentos abrazados
desde la seudo-profundidad
con el fin a punto de empezar
y en el pecho el corazón
ingrávido.